"Solo has venido al mundo, y solo estas en él". Jamás escuche nada más cierto, y agradezco a esta gran persona que ha dotado mi vida con dicho conocimiento a pesar de la extensa cantidad interpretaciones y aclaraciones que de esta se puedan formar. También agradezco a la persona que una vez me dijo: "No hay nada que el hombre no pueda lograr utilizando su fuerza. Pero cuidado que la fuerza no está en los músculos. El hombre no dominó al oso con su capacidad física, ni al león. La fuerza del hombre está en su cabeza, en su cerebro, en su inmensamente escaso intelecto." Esa persona fue la misma que me dijo: "Ganador no es quién tiene más, si no quién posee lo que realmente desea.". Por primera vez en mi vida y a partir de escuchar estas palabras, pude levantar la mirada sin preocupación alguna, sin miedo a la derrota ni a la vida. Pero como todo lo bueno tiene un fin, no podía ser distinto esta vez y ahora el miedo a la derrota, a la vida, al camino empinado ha regresado y se apoderó de las pocas paredes blancas que quedaban en este templo. El silencio se hizo dueño de todos los ruidos que llenaban los rincones de este baúl vacío y en proceso de carga.
La mirada al frente
Los pies descalzos
Sin el corazón que te llevaste
La vida es un tren si cordel
Una primavera sin flores
Pero mis pies no descansan
Rompo contra la misma pared
Al fondo hay lo que busco,
Sin hoyos no hay triunfo
Sin subida no hay sima
Si fuera fácil,
No sería entretenido
Correr con ruedas
Puede ser un deporte cruel
Amar sin llorar puede ser el peor fracaso.